domingo, 5 de noviembre de 2006

Vamos con retraso

En la UNED se estudia a distancia; esto significa que los profesores son como los tíos en Alcalá, que ni son tíos ni son ná. Bueno, los profesores existen, están ahí por si los necesitas, para llamarles por teléfono o enviarles un email o incluso una carta manuscrita, y ellos muy amablemente te resuelven las dudas; pero a lo que me refiero es que no hay clases, que uno no acude a un aula a ser instruido, sino que toma entre sus manos los libros de texto correspondientes y se pone unas coderas de tamaño extra para poder hincar los codos durante muchas horas.

Cuando uno estudia de esta manera la planificación es crucial. Planificación y constancia; esas son las claves. Yo me permito añadir una más: el control de la ansiedad. ¿Por qué? Pues porque uno puede planificar el cuatrimestre para dedicar un número determinado de horas a cada asignatura; uno puede ser más regular en el estudio que el señor este que anuncia unos yogures con los que vas al baño como un reloj y, sin embargo, te pueden surgir mil contratiempos contra los que poco puedes hacer y que te tiran por el retrete todo tu esfuerzo y tu planeamiento del curso. Y ahí es donde entra en juego la ansiedad, los nervios que te atenazan el estómago, que te impiden conciliar el sueño a veces, que te machacan como un run-run día tras día recordándote que vas retrasado y que no vas a llegar preparado al examen.
 
Yo había planeado comenzar el curso en octubre; ya debería haber avanzado bastante, concretamente, un tercio de la materia, pues lo estudio todo en tres meses y dejo el cuarto para repaso. Sin embargo, durante este mes me ha pasado de todo: desde tener que trabajar muchas más tardes y noches de lo habitual hasta tener unas obras misteriosamente extensas en el tiempo para lo poco que eran, además de otra serie de mil y un problemas que al final me han impedido aprovechar como debiera este mes.
 De momento no pasa nada, todavía hay tiempo suficiente para recuperar lo perdido; todo es cuestión de dedicar un poco más de tiempo del que había previsto cada día para compensar. El problema es que cada vez me queda menos tiempo libre para poder descansar, aunque todavía no he llegado al momento de tener que apretar el "botón de pánico". Por propia experiencia en cursos pasados, lo esencial es mantener la calma y llegar muy relajado al examen, porque de ese modo uno puede enfrentarse con garantías y probar que ha estudiado. Sólo le rezo al patrón de los imposibles que no me mande más problemas, u¡n poquito de por favor!

(Esta entrada tuvo originalmente cuatro comentarios:

Anónimo dijo... 
Uf, como te entiendo... el año pasado me paso lo mismo que a ti con Diferencial, y mande el planning a hacer gargaras porque ya no habia por donde cogerlo. Dado que con Grupos se repite la historia interminable (por no decir la pesadilla interminable), creo que es buen ejemplo. 
Al final fui al examen de los nervios, habiendo estudiado dos de los temas el dia anterior, y finalmente aprobe con un sufrido cinco. Como dicen algunos compañeros, con solo leerlo a veces se nos queda mas de lo que pensamos.  
De todas formas aun queda tiempo, ¡animo, que si vas a año por curso es que puedes con eso y mas! :)  4:03 PM
Anónimo dijo...  
 
Yo también estudio 4º de psicología por la uned y me encanta tu blog...   10:59 AM
Paula dijo... 
 
Madre mía, Manolo a mí me están pillando todos los toros Y un día al año, padezco de una extraña enajenación mental: el día que me matriculo en la Uned.de repente, estoy segura de que voy a poder con todo... y un año más curso completo
 
uffff
qué mogollón
(no sabes lo que agradezco tener un rincón donde desahogarme un poco...) 
Un abrazo 7:56 AM
Manolo dijo... 
 
ANONIMO 1: no me hables de diferencial, que encima tuvimos problemitas de comprensión con la famosa guía de estudio acerca de lo que era sólo lectura y lo que era materia de estudio. Y es verdad, a veces el estudio lo único que hace es embrollarlo todo, una simple lectura te hace entender muchas cosas.
ANONIMO 2: me alegra que te guste el blog. 
PAULA: sufres la misma enfermedad que yo, la de la ilusión. hasta ahora he podido con cada curso, pero este no sé yo. Ánimo, que son pocos y cobardes...   11:59 PM)

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